sábado, 28 de marzo de 2009

Impresiones del país Dogón IV

Ende

Se venden las telas teñidas con Índigo y Bogolá. Están expuestas en todas las paredes. Somos los únicos tubabs que se aventuran aquí, con la calor que hace. Demasiada oferta para tan poca demanda. Esquivamos vendedores sumidos en el tedio de la temporada baja.
Unas niñas vienen bailando por el camino de tierra, riman ritmos con sus silbatos de plástico. Una calabaza ornamentada con hilo de piel y piedras cubre la percusión. Al cruzarnos bailamos un rato juntos. Luego ellas y nosotros seguimos caminos opuestos por el sendero de tierra, riéndonos de esta breve y extraña intersección. A lo lejos la falla toma formas caprichosas: enormes pedazos de roca que amenazan con caer y hacer temblar el pueblo, los baobabs, las paredes con los tejidos que cuelgan, las casas de adobe, y hasta a las niñas que van bailando en su camino sobre la arena.

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